Que horrible es el silencio cuando esperas algún ruido,
Aunque sea el de unos pasos que se alejan,
O el de una boca que se acerca en señal de mutismo.
Prefiero los gritos obstinados del hastío
Que la tensa paz, que se sabe destructora.
Elijo la certeza del olvido
Sobre la duda por demás demoledora.
Háblame aunque llueva,
Aunque siga la tormenta, no te calles,
Que los truenos aún me dejan escucharte.
Sunday, 3 July 2011
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