Soledad

Aquello de lo que huyes
es lo que yo estoy buscando,
aquello por lo que lloras
es lo que ha mantenido
mi paso firme estos días,
es lo que ha remendado
alguna que otra sonrisa,
es lo que ha acallado
los demonios que me acosan
y me ha ayudado en el alba
a ver el día de otro modo.

Otro día para morir

Hoy me di permiso para morir un poco
perder la fuerza y llorarte un rato,
dejé la dureza colgada en el perchero,
dejé al despecho vivir del todo.

Corrí las cortinas y estuve a oscuras

asiendo a mi pecho un amor muy solo.

Le reclamé al tiempo no haberme curado,

me permití odiarte, llamarte inhumano.

Le dí de baja a mis sentimientos;
pasearon libres frente a mis ojos,
lloré imparable de frente al viento...
Pero las lágrimas no se secaron...


La tristeza y el amor tampoco.

A veces

A veces el aire sopla mi nombre en tu oído y me piensas...

La brisa es muy leve y el recuerdo es poco,

efímero...

A veces el aire sopla y me deja saber que recuerdas,

viento poeta, que llega a mi, de palabras breves

y tiernas..

Yo sueño, como buena soñadora...

Sueño con la pluma que roza mi boca,

la tarde de bahía en tu nombre,

la luz que se apaga de pronto

al cerrar los ojos

por tener un beso cayendo en mis labios.

A veces regreso a los sueños cuando no llega la brisa...

Volveré a No Quererte

Ya no habrán excusas disfrazadas de promesas,

ni adeudaré los mimos que deseo hacerte:

hoy decido vestirme de ausencia,

pintarme con colores del antes de conocerte.

Ser indiferencia,

tragarme, aunque me duela, las palabras indecibles,

la historia que me esta explotando adentro,

el secreto obligatorio, solo para no perderte...

Hoy guardaré en las gavetas del olvido tus recuerdos,

lanzaré la esperanza al piso,

miraré a la ilusión con desprecio,
entenderé que tus mensajes son momentos

no de aquellos perdurables en el tiempo
y volveré a no pensarte... volveré a no pensarte.

Volveré a no quererte.

Como antes de conocerte.

...Comenzaré mañana.

Quédate

**... Olvidar quince mil encantos es mucha sensatez** Mecano

Quédate inalcanzable,

los peces como tu

son de mar abierto y corales.

Quédate inaccesible,

así no sentiré muy de cerca

la calidez que siempre ocultas

[y que ante mi revelaste...]

Quédate soñado,

imposible,

lejano...

Una vez te volviste humano

y yo fui corazón abierto.

...Y ahora me cuesta cerrarlo.